Mérida, Yucatán; 23 de Junio de 2017 (Darwin Ail/ACOM).- El dirigente de la Sección 37 del Sindicato de Trabajadores de Ferrocarrileros del Estado de Yucatán, Ernesto Sonda Castro, declaró que con el tramo del tren Umán-Hunucmá esperan que se creen 40 plazas sindicales y que con el paso de los años aumente porque este transporte ahorra hasta en un 60% los gastos de los empresarios.
Entrevistado en su oficina en la capital yucateca, el líder sindical explicó que ejemplo de ello es el caso de la embotelladora de cerveza, la cual producirá 2 millones de envases y la empresa de pollo serán un imán para más empresas que se van a sumar paulatinamente para hacer de la zona una región industrial.
Y en ese sentido, indicó que el ferrocarril les permite a los empresarios reducir hasta un 60 por ciento sus gastos en sus materias primas. De allí la importancia de tener un buen tren.
El líder de los rieleros, quien el timbre de su teléfono celular es un claxón de un tren, explicó que con una locomotora se puede ransportar el equivalente a 300 cajas de tráileres y sólo se requieren 4 personas.
“Es un ahorro de 296 sueldos de traileros, seguros de vida, transporte y motores. Son 300 motores menos que no van a contaminar”, resaltó.
Ejemplificó que un tráiler que viene de Monterrey tiene que pasar por lo menos 60 casetas y allí les cobran por eje y combustible. Además un tren tiene 4 kilómetros de largo y puede transportar 400 contenedores.
Indicó que con este ahorro los empresarios tienen tres opciones que terminan beneficiando a la ciudadanía: abaratan su producto, mejorar los ingresos de sus trabajadores y reinvertir en la fábrica y esto significa más empleos.
Señaló que Yucatán se rezagó y el presidente de la república Enrique Peña Nieto invirtió 6 mil millones de pesos para rehabilitar la vía y esto se realizó en cinco etapas.
Indicó que antes de la rehabilitación de la vía Mérida-Campeche tenían 200 descarrilamientos al año y “ahora en un año no hemos tenido uno”.
Explicó que el descarrilamiento es porque se sale una rueda y esto se debe a que la gente roba los clavos de acero con los que se fijan los durmientes y entonces la riel queda floja y cuando pasa el tren ya no aguanta el peso. “Estos clavos los venden como chatarra”.
“Antes el tren iba a 10 kilómetros por hora, ahora es a 30 kilómetros por hora. El viaje de Mérida a Campeche se hacía de 14 a 22 horas y ahora es de 8 horas y en un futuro se podrá ir de 50 a 70 kilómetros por hora para que se haga en 4 horas”, detalló.
Lamentó que la empresa que tuvo la concesión de la ruta Chiapas-Mayab no le invirtió y en el 2007 se tuvo que ir.
Actualmente esta ruta junto con la del Itsmo de Tehuantepec son las únicas que son públicas, las otras del resto del país son privadas y allí los empresarios si le han invertido.
Explicó que en 2007, el entonces presidente Felipe Calderón le dijo a los del Itsmo de Tehuantepec, que en ese entonces era la única que quedó pública, que administrara la ruta Chiapas-Mayab.
Indicó que hace años una empresa automotriz quiso poner su fábrica en Yucatán, pero no se concretó porque preguntó cómo estaba el ferrocarril y como estaba rezagado lo llevó a otro lugar.
Antes tenían cinco rutas y ahora quedaron tres siendo éstas: Mérida-Campeche, Mérida-Valladolid y Mérida-Progreso. Las que desaparecieron fueron la de Peto y Sotuta.
Actualmente le mueven su carga a 11 empresas, que traen mercancía y envían cemento y chatarra. Diariamente mueven entre 3 a 5 mil toneladas y para ello cuentan con 123 trabajadores activos y 700 jubilados.
Imagen | Kevin Burkholder
Imagen | Kevin Burkholder
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