miércoles, 29 de mayo de 2019

Primeros tiempos de los Ferrocarriles de Yucatán


Seis años después de que se inauguraran los primeros trece kilómetros de la primera vía de ferrocarril en el centro de México, el 16 de septiembre de 1850, Don Santiago Méndez –Gobernador y Comandante Militar de Yucatán– presentó el primer proyecto de ferrocarril, de Mérida a Progreso, fechado en Campeche el 15 de mayo de 1857 bajo el rubro “Presupuesto del costo de construcción y habilitación de un ferrocarril de una sola vía entre Mérida y Progreso”

En sus cálculos asigna a la vía “33,480 metros –o sea, 10,000 varas mexicanas–, 30 alcantarillas de mampostería, 5 pozos y 20 casas de palma para guarda-vías; riel de 55 libras el metro; tres locomotoras de pasajeros a $7,000; 8 vagones para 40 personas a $1,250 cada una, y 20 carros para carga de 3 toneladas a $750 por unidad, con un gasto total de $208,835.80”. Observando los precios de entonces nos queda una idea bastante clara de la depreciación del peso mexicano a través de 150 años.

A partir de entonces fueron numerosos los proyectos y concesiones para la construcción de esta vía y de otras que se quedaron en el papel, pues los diferentes conflictos políticos y militares de la época, incluyendo el tiempo del imperio de Maximiliano de Habsburgo, impidieron su realización.

Algunos de estos proyectos fueron los siguientes:

Los contratos con Edwin Robinson para construir una vía de Mérida a Progreso tres años más tarde, en 1860.

Otros yucatecos como don Rodulfo G. Cantón se interesaron en la construcción de ferrocarriles; así, en el año de 1860 presentó al gobierno del estado un “Proyecto para concesión de un privilegio general, para construir líneas de ferrocarril y telegráficas en el interior del estado de Yucatán”

En 1861, don Rafael Pedrera imprimió un folleto de 66 páginas con el título de “Documentos relativos al proyecto de un ferrocarril entre Mérida y Progreso”, y también otro el 6 de abril de ese mismo año: “Borrador de un oficio al Ministerio de Fomento y Colonización en el que se mencionan las circunstancias favorables y las no favorables para el establecimiento de un ferrocarril entre Mérida y los tres puertos de Celestún, Sisal y Progreso”

Durante el imperio de Maximiliano, empresarios yucatecos se dirigieron al Comisario Imperial Ing. José Salazar Ilarregui, solicitando la ratificación de las concesiones anteriores ratificándose algunas de ellas pero, como se ha dicho, todo quedó en el papel, sin que se iniciara obra alguna.

Restablecida la República, por decreto del 19 de agosto de 1871 se concedieron varias franquicias para la empresa que obtuviese del Gobierno Federal el privilegio de construir el ferrocarril, entre otras una subvención de $60,000.

Es cuando aparece la figura de D. José Rendón Peniche, que había sido Presidente Municipal de Mérida en 1873. Se interesó en los proyectos ferrocarrileros y dedicó todos sus esfuerzos a esta empresa, hasta su muerte. Fue el pionero de los ferrocarriles en Yucatán con la construcción de la línea Mérida-Progreso, y también la de Sotuta, que vendió después, junto con el ferrocarril a Progreso por razones de salud, a D. Olegario Molina y otras personas.

En compañía de D. Pedro Contreras Elizalde, Rendón Peniche celebró contrato con el Gobierno Federal el 10 de abril de 1874, que fue aprobado por el Congreso de la Unión y publicado en Yucatán y, después de arduos trámites legales y administrativos, el 1° de abril de 1875 se colocó con gran solemnidad el primer riel de ferrocarril clavado en Yucatán, de la línea Mérida-Progreso que fue inaugurada 6 años después, el 15 de septiembre de 1881.

Rendón Peniche organizó la “Compañía del Ferrocarril de Mérida a Progreso”, imprimió los estatutos en 1864, e integró el Consejo de Administración que quedó de la siguiente manera: Presidente, D. Francisco de Zavala; Vicepresidente, D. José Font; Primer vocal, D. Augusto L. Peón; Segundo Vocal, D. Juan Crasseman; Tercer Vocal, D. Alfredo Domínguez; Tesorero, D. Felipe Ibarra Ortoll; Secretario, Lic. Nicanor Rendón.

Por decreto de 11 de enero de 1875 se acordó a favor de esa empresa el pago de la subvención durante 10 años, a razón de $6,000 anuales, y el establecimiento de una lotería para arbitrarse fondos. Posteriormente, por decreto del 31 de marzo del citado año, se adjudicó en propiedad a la concesionaria la Plaza de la Mejorada.

Para conmemorar el acontecimiento en 1911, el Consejo de Administración de los Ferrocarriles mandó grabar una placa de bronce que fue fijada en la Plaza de la Mejorada sobre el lugar en el que se clavó el primer riel. La placa tiene la siguiente inscripción:

“El 2 de abril de 1875” (fecha equivocada pues debió ser el día 1°)

“DON JOSÉ RENDÓN PENICHE

“Concesionario del Ferrocarril de Mérida a Progreso, colocó el primer riel en este lugar, ante un numeroso concurso, habiendo sido bendecido solemnemente por el Ilmo. Obispo de la Diócesis, Dr. D. Leandro Rodríguez de la Gala. La construcción de la vía se llevó a cabo bajo la dirección de los ingenieros D. Vicente Méndez y D. Olegario Molina, siendo Gobernador del Estado D. Eligio Ancona y Presidente de la República D. Sebastián Lerdo de Tejada. Los Ferrocarriles Unidos de Yucatán S.A. consagran este monumento a la grata memoria del Sr. D. José Rendón Peniche, constructor del primer Ferrocarril de Yucatán y que fue declarado por ese motivo, Benemérito del Estado. Ad-perpetuán-rei-memoriam. 2 de abril de 1911.”

Durante los 38 años siguientes a la inauguración del ferrocarril de Mérida a Progreso continuaron desarrollándose los ferrocarriles en el estado con la participación de aguerridos empresarios y capitales yucatecos que hicieron posible a construcción de otras líneas como la de Mérida a Campeche, la del Oriente a Tizimín y Valladolid, a Hunucmá, las líneas del sur hasta Tekax y Peto, y otras que facilitaron en forma importante el desarrollo económico, social y político del estado.

Una cronología de la construcción y operación de estas líneas es la siguiente:

  • El 2 de abril de 1883 se inauguró la línea a Umán y el 2 de agosto del siguiente año a Chocholá
  • El 28 de septiembre de 1890, después de previas etapas que se pusieron a funcionar, fue inaugurada en medio de grandes festejos la línea de Mérida a Izamal, de 67 km, cuyos trabajos fueron dirigidos por el Sr. John W. Glenn
  • El tramo del ferrocarril a Motul el 22 de julio de 1888; posteriormente, el 5 de mayo de 1897, llegó la vía a Temax; a Tunkás el 2 de abril de 1900; y en 1902 llegó más allá de Dzitás; el servicio llegó hasta Tinum el 14 de octubre de 1904, y a Valladolid a fines de 1905
  • El 14 de enero de 1893 se abrió el tráfico de Campeche a Hecelchakán y fue hasta el 7 de junio de 1898 que entró a Campeche el primer tren especial que salió de Mérida
  • La aparatosa inauguración oficial de la línea se efectuó el 28 de julio de 1898: de la capital de Yucatán salió un tren con la locomotora “Mérida”, y de la capital de vecino estado salió otro con la locomotora “Campeche”, ambos a las seis de la mañana, deteniéndose ambos poco después de las diez horas en el kilómetro 82, en donde se reunieron las comitivas de las dos entidades, encabezadas por sus gobernadores General Francisco Cantón y D. Juan Montalvo

Para conmemorar tan importante acontecimiento se repartieron a los invitados unas medallas conmemorativas con la siguiente inscripción:

Anverso: “Inauguración del Ferrocarril Peninsular Yucatán Campeche. Julio de 1898
Reverso: “Apadrinó el acto el Sr. Presidente de la República D. Porfirio Díaz, representado por el Secretario de Estado, Lic. Joaquín Baranda”

El servicio hasta Peto se inauguró el 15 de septiembre de 1900, previas inauguraciones parciales en los principales lugares de la ruta conforme se fueron construyendo: Kanasín, Acanceh, Tecoh, Lepán, Xcanchacán, Hunabchén, Oxcutzcab, Tekax y Peto; la línea resultó con 153 km de longitud.

El 15 de septiembre de 1904 fue inaugurada la ruta Ticul pasando por Muna, con una longitud de 80 km.

Un tren especial fue puesto a disposición del antiguo concesionario Gral. Cantón y entró a la ciudad de Valladolid el 3 de febrero de 1906, siendo hasta el 4 de mayo del mismo año que se abrió el tráfico de esta línea de 181 km desde Mérida, presidiendo la inauguración D. Olegario Molina y D. Enrique Muñoz Arístegui, gobernadores en licencia e interino de Yucatán; el maquinista fue D. Carlos Castro Morales, y el conductor D. Felipe Carrillo Puerto, que años después fueron gobernadores del estado.

Por concesión al Gral. Cantón, en 1888 se trazó el ramal Dzitás-Tizimin; esta línea llegó a Espita el 3 de noviembre de 1907, siendo recibida con grandes festejos organizados por la Sociedad Progreso y Recreo.

Los 21 kilómetros de vía del ramal de Umán a Hunucmá fueron puestos al servicio público el 16 de septiembre de 1893.

El 7 de enero de 1912, a las ocho de la mañana, partió de la ciudad de Mérida el tren inaugural para Sotuta, en una línea con 80 km de longitud.

Fue hasta el 30 de noviembre de 1913 que se inauguró la línea hasta Tizimín con las consabidas ceremonias y con ello finalizó el periodo de construcción de Ferrocarriles en el Estado de Yucatán que duró 38 años como se dijo anteriormente.

En un principio los ferrocarriles se constituyeron en varias empresas que después se unieron en una: “Los Ferrocarriles Unidos de Yucatán” que durante 80 años, y tras soportar tantas vicisitudes de orden político, competencia desleal por los nuevos caminos carreteros trazados en paralelo a las vías del ferrocarril, económicos y, también hay que decirlo, mala administración y corrupción, lamentablemente se disolvió.

César Ramón González Rosado. | Bibliografía

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